viernes, 25 de noviembre de 2011

LIX.- " LOS CUATRO CANTILLOS ".



Se le denominaba, así, al espacio comprendido entre la esquina de la calle Rábida y la antigua Caja de Reclutas, en los inicios de la choquera calle del Berdigón.

Esta zona, ha venido a constituir una de las mas transitadas de Huelva, por sus características singulares, que siempre la distinguieron dentro de la vida cotidiana de nuestra ciudad.

Partiendo de la calle Rábida, nos encontrábamos con el Café de La Mancha, junto a la popular Imprenta de don Antonio Plata, que me hace recordar aquel Concurso de Acertijos, que organizó el "Diario de Huelva" , en el que mi padre alcanzó un premio, con aquel, que decía:

-¿ Cual es la imprenta de mas valor, de Huelva ?-.

Pues, la de la calle de la Aceña, porque todas sus maquinarias , son de Plata.

Le seguía, Calzados Acebal, con sus zapatos de artesanía a ocho duros; a continuación "Ultramarinos Fuentes", seguida de la tienda de mis padres, que con el tiempo llegó a convertirse ,en una verdadera institución para todos los onubenses.

En la acera de enfrente, teniamos el Estanco de la Colomba, la Ferreteria "La Europa", la Sastrería de Garrido, especializada en uniformes militares, y que durante la Dictadura de Primo de Rivera, se creó en Huelva, un Batallón Infantil, en el que uno de los capitanes,Manolo Garrido de Córdoba, mas tarde acreditado galeno ,lucía su flamante uniforme, confeccionado en su taller familiar.

Seguía, una sucursal de Panificadora de Nuestra Sra. de la Cinta, y la antigua zapatería del Maestro Paco Mora; Tejidos Alberto Saavedra, Zapatería de Manuel Espinosa; Casino Republicano, y Comestibles de Paco Wert; "La Monumental", en la que el bonareño Gálvez nos ofrecía, sus tapas de altramuces, encontrándose a continuación la Caja de Reclutas.

En la acera contraria contábamos con el Cafe de Pantaleón ; la Funeraria de Manuel Camacho, en el que se acusaba su mascota de terciopelo marrón, cuando el entierro era de un pez gordo ;la Freiduria de Nicolás, famosa en el barrio, que nos brindaba el agradable olor de los chocos fritos, con su patio, en el que nos ofrecía su esmerado comedor; Pepe Escala , con sus célebres , "Soldaditos de Pavía"; la Panadería de Ramón Segura, con sus raíles desde la puerta,y su vagoneta portando los sacos de harina; Calzados Lemos; la Barbería de Perfecto y en la otra esquina "El Tupi", a cargo de los tres hermanos, Manolo, Pedro y Luís.

En un minúsculo solar, se hallaba emplazada una Churrería, seguida de la Casa Luengo, famosa por sus exquisitas tortas y para rematar el Colegio de San Ramón, con su director, don Manuel Montero Ferrer, de tan grato recuerdo.

Todos estos comercios, hoy día ya no existen, tan solo los están en la memoria de los pocos que hemos llegados a la vida nonagenaria y podemos recordarlos con cariño, ya que eran otros tiempos, muy pobres, pero en los existían la solidaridad de servicios, entre toda la comunidad, que formaban el ente comercial, de la Huelva inolvidable.




viernes, 18 de noviembre de 2011

LVII.- LAS ANTIGUAS VENTAS, DE HUELVA


Recurro, hoy a mi gran acerbo y saco de mi memoria, los numerosos establecimientos, ubicados en la periferia de nuestra ciudad, que constituían los puntos de reuniones de las familias onubenses, para el disfrute de la resolana en los días festivos, de la época invernal, donde se daban cita todos los miembros de cada grupo, para degustar el almuerzo que venía a constituir esa faceta de cohesión interna del que, actualmente, se ha perdido debido a la vida tan ajetreada que nos va imponiendo el devenir de cada día.

Así, pues, recuerdo "La Parada", que se hallaba ubicada al final de la populosa barriada de Las Colonias, regentada por Manuel Camacho, que se desvivía en atender a lo más selecto de la sociedad onubense.

Así mismo, fue muy célebre, en la antigua carretera de Sevilla, hoy Avenida Alcalde Federico Molina, a su final, "La Isla Chica", que estaba al frente de Don Alberto Roig y sus hijos, lugar de concentración de toda Huelva, para recibir el regreso de la Hermandad de El Rocío, antes de adoptar el nuevo recorrido.

Uno de sus hijos, Manolo "Niño de la Isla", junto a su convecino, "Curro Frijones", formaron una pareja de novilleros que, en los años cuarenta, llenaron de gloria a la afición taurina onubense.

Y, más adelante, en un alto, se encontraba el establecimiento de "La Florida", al que acudíamos asiduamente, toda mi familia, desde donde si divisaba el humeante tren de Sevilla, por las Marismas del Rincón, y que en el día de Reyes de 1953, a las cinco de la tarde, hacía su entrada en la capital, la caravana de automóviles que, acompañaba a los seis flamantes nuevos autobuses que, constituyó la cimentación de la gran flota del servicio de transporte urbano de nuestra capital, del que nos sentimos muy orgullosos y, que se debió a la gran gestión del alcalde Don Rafael Lozano Cuerdas.

Ya, en las proximidades de "La Nicoba", existía la "Casa de Álvarez", y muy cercana a ella, "La Venta de Angelito", que se hizo famosa por el servicio de reservados, de que disponía.

En la Avenida de las Adoratrices, en la confluencia con la de San Antonio, existía "El Huerto de Paco", donde la familia Ángelas, llego a adquirir gran fama, por los pollos con tomates, que en aquellos tiempos, venía a ser, el "Bocatus Cardinale", dentro de la restauración, de que disponían nuestros convecinos.

Siguiendo dicha avenida, casi frente al actual "Asilo de Ancianos", existía una casita de una sola planta, que ofrecía tres ventanas al exterior, y que era el lugar de grandes reuniones de amigos, en cuya amplia terraza, jugaban a las chapas.

Estos alrededores, estaban circundados por extensos huertos, en muchos de los cuales, servían vinos y se abastecían de aquellos típicos manojos de rabanillas, que eran muy solicitados por los asistentes a los mismos.

Estos simpáticos huertos fueron reemplazados por el ladrillos, organizándose la Barriada de las Tres Ventanas, en alusión a la venta del mismo nombre, hoy día denominada "De La Hispanidad" .

Y en dirección a Gibraleón, por último, la "Venta de Cardeñas", regida por Manuel Hinestrosa persona de trato afable, que pronto se granjeó la simpatía de toda su clientela.

Toda estas típicas ventas, fueron desapareciendo de Huelva, siendo reemplazadas por el gran número de establecimientos de restauración que existen en nuestra ciudad, habiendo perdido el trato familiar que aquéllas nos ofrecían a los onubenses de nuestros tiempos de convivencia popular, en esta Huelva, que hoy presenta una faceta de gran urbe, en la que ya no nos conocemos nadie y, cada uno vive su vida independiente.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

LVI .- UN ROBO, BASTANTE SONADO.



Discurría, apaciblemente, el verano del año 1.940, cuando tuvo lugar esta simpática anécdota, que tuvo resonancia, durante muchos años, en el acogedor ambiente de los "Cuatro Cantillos".

Nuestra vida, se desenvolvía alrededor del entorno de nuestro negocio familiar, que desde 1.912 cuando mi padre adquirió el traspaso del mismo, a don David Calvo, por la astronómica suma, en aquel tiempo, de siete mil reales, y que a través de los años, se convirtió en la tienda mas popular de nuestra ciudad y en el centro de atracción de la grey infantil.

Junto al local comercial, teníamos anexa nuestra vivienda, y como mi hermana se levantara. sobresaltada, una noche, para avisar a mis padres que había sentido ruidos extraños, que venían de la tienda, mi padre me comunicó lo que pasaba y acordamos ir yo hacia ella, por el interior, y él salió hacia la calle, para entrar , por la puerta de la esquina a Miguel Redondo.

Pero encontrándose, en las cercanías del bar "El Tupi", un sereno, al ver que un individuo había entrado en nuestro establecimiento, empezó a alarmar, con su silbato, a todo el vecindario, que se echó a la calle para saber que es lo que ocurría.

Al enterarse de que estaban robando en la tienda de Baltasar, pronto se formó un gran grupo, entre los que recuerdo al capitán Manaute, con la pistola en la mano; Manuel Martínez, el dueño del " Café Buenavista, provisto de un garrote; Antonio "El Fundidor", con el bastón de un paraguas, y muchos curiosos que estaban dispuestos a cazar a los "cacos".

Las voces eran unánimes: " -¡ Baltasar, que te están robando !-".

Y, después de comentar conmigo, la inesperada y confusa situación, que se había creado, optó por asomarse a la ventana y dirigiéndose al numeroso grupo, que no dejaban de gritar, les dijo:

-¡ Amigos míos, no se alarmen Vdes, pues el ladrón , soy yo !-. Y una vez relatado todo el episodio ocurrido, todo fue risas, permaneciendo cerca de una hora en una conversación, amena y divertida, ya avanzada la madrugada.

Han transcurrido muchísimos años desde entonces, y hasta hace poco tiempo, hay algún que otros vecinos, que aún recordaba este suceso, entre una sonrisa, que hace recordar, la familiaridad que reinaba entre nuestros convecinos, que ponían de manifiesto como existía la solidaridad, en aquella Huelva inolvidable, en aquellos momentos felices en que se desenvolvía nuestra existencia.





miércoles, 2 de noviembre de 2011

L V .- DON RAFAEL DEL RIEGO Y NUÑEZ



Nació en Santa María de Tuña ( Asturias), el día 21 de octubre del año 1.785, graduándose en la Universidad de Oviedo, desde donde se trasladó a Madrid, ingresando en la Guardia de Corps.

Durante la invasión francesa de 1.808, el General Murat, lo hizo prisionero, enviándolo al El Escorial, de donde se fugó, dirigiéndose a Asturias, siendo nombrado Capitán de la División del General Acevedo, del que fue ayudante y en la batalla de Espinosa de los Monteros (Burgos), ante la gran derrota sufrida, cuando intentaba salvar la vida de su jefe, fue apresado por los franceses, siendo deportado a Francia, y al recobrar su libertad, concibió las teorías liberales, teniendo contacto con la masonería, retornando a España de nuevo,incorporándose como Teniente Coronel, jurando la Constitución de 1.812, ante el General Lacy, que después fuese derogada por el Rey Fernando VII.

Junto a Antonio Alcalá Galiano y Juán Alvarez de Mendizábal, se conjuró el levantamiento liberal, y al mando del Batallón de Asturias, el día 1º de enero de 1.820, en la plaza pública, de Las Cabezas de San Juán (Sevilla) , ante todo el pueblo presente, mandó al tambor de Ordenes, ante la formación de sus fuerzas, que tocara llamada de Oficiales.y estos colocados en sus lugares respectivos, con los sables en alto, recibieron la presencia de la Bandera de España, a la que rindieron los honores de Ordenanzas, tras lo que Del Riego, pronunció la Proclamación de la Constitución, al grito de " Viva la Constitución ", que fue recibida con gran entusiasmo, por todos los allí presente.

Seguidamente, la tropa se puso en marcha hacia Arcos de la Frontera, a la que se unió el Batallón Sevilla, que se hallaba concentrado en Villamartín,y ante una meteorología adversa, al amanecer, tomó por sorpresa la ciudad, siendo prendido el Conde de Calderón,encargado de su defensa y a todo su Estado Mayor, siendo vitoreada las fuerzas , como a la Constitución.

Mientras tanto, Del Riego se hace con Jerez de la Frontera, concentrando sus soldados en la Plaza del Arenal, y desde aquí telegrafía al Gobernador de Cádiz, pidiéndole la rendición de la plaza, pero este ya contaba con la colaboración de la Marina.

Continuando por el Puerto de Santa María, llega por fin a la Isla de León, donde se concentraron todas las unidades militares, pero al iniciar el ataque final a la Tacita de Plata, comprobaron que esta misión era imposible ,ante la resistencia de la guarnición que la defendía.

Vuelve con dos columnas hacia el Puerto de Santa María , e intentan atacar Cádiz, por la Cortadura, siendo rechazado y ante esta situación, decide tomar Véjer , y siguiendo por Algeciras, Málaga, Córdoba, adentrándose por las Sierras de Extremadura logran llegar a Madrid, en olor de multitudes.

En la capital de la Nación, ante el delirio de los madrileños, Fernando VII, se vió obligado a jurar la Constitución, el día 7 de mayo, nombrando un gobierno liberal y ascendiendo a Del Riego, a Capitán General, cargo que renuncia.

De nuevo, es nombrado, Capitán General de Aragón, y por entonces, contrae matrimonio con su sobrina, María Teresa Del Riego y Bustillo.

Es destituido y trasladado a Lérida y en 1.822 es elegido Diputado a Cortes ,por Asturias siendo designado Presidente del Congreso de los Diputados, teniendo como Jefe de la Oposición a Francisco Martínez de la Rosa.

El Monarca, ante el poder de los liberales, solicita para frenarlo, ayuda al extranjero y la Santa Alianza, en el Congreso de Verona, en contra del liberalismo español. pide a Francia para salvar la Monarquía Absoluta, un ejército francés, con los "Cien mil hijos de San Luís", al mando del Duque de Angulema, en entran en España, por el Bidasoa.

Del Riego marcha a Cádiz, donde secundando la mayoría alcanzada por las Cortes Generales, solicitaron la incapacidad del Rey, mientras que los liberales son perseguidos por el ejército francés. y en la Batalla de Jódar (Jaén) , son derrotados, siendo herido y abandonado por sus tropas, es hecho prisionero en Arquillos (Jaén), y trasladado a Madrid fue declarado culpable de Alta Traición.

El Fiscal pidió para él la pena de muerte en la horca, que su cadáver fuera arrastrado, su cabeza colgada en la picota, a la vista del público, y su cuerpo fraccionado en cuatro partes y exhibido en aquellos lugares, en los que participó destacadamente, en su levantamiento de Las cabezas de San Juan (Sevilla).

El día 7 de noviembre, conducido sobre un serón, subió al patíbulo levantado en la madrileña Plaza de la Cebada, donde fue cumplida la sentencia.

La marcha militar, que él compusiera y conocida como "Himno de Riego", fue declarado Himno Nacional, durante la existencia de las I y II República.