La memoria me trae el recuerdo de mi infancia, cuando mis padres me llevaban al antiguo solar donde mas tarde, fuera edificada la fenecida Casa de Correos, en la que se instalaba ese gran espectáculo de ensueños, y que es inmortal: el Circo.
Por aquella época, solían instalarlos también, en el gran solar junto a la Estación de Sevilla, donde mas tarde, levantaran el Colegio de los Ferroviarios.
Años después, empezó instalarse en la antigua Plaza de San Francisco, donde en la actualidad se halla ubicada la Plaza de la Constitución, rodeada toda ella de vetustas acacias, y aquellos simpáticos banquitos de hierro, pintados de verde, con el sello de fundición de la Casa Matías López..
Por ella pasaron importantes Circos como el "París", "Hermanos Borzas", "Hermanos Ferrandiz", "La Alegría", el "Internacional" etc.
Con ellos vimos importantes artistas, como "Pinito del Oro", excelentes trapecistas y formidables payasos.
Recuerdo al gran "Chicharito", que tan pronto llegaba a Huelva, se acercaba a la tienda de mi padre y le decía:
-¡Amigo Baltasar, tiene Vd. el establecimiento mejor surtido de esta ciudad, pues tiene Vd. hasta carne de mosca !- (Haciendo alusión a las tiras de papel "Orión", que los comercios colgaban, por aquellos tiempos del techo.
Asimismo, eran asiduos clientes los hermanos Pompoff y Tedy, con sus niños Nabucodonosor y el popular "Zampabollos", progenitores de la familia de Emilio Aragón, magníficos instrumentistas musicales, que todos los años se proveían de los sabrosos chicharrones de Fuentes de León.
Pasaron aquellos felices años, permaneciendo en mi mente, aquella vieja imagen, de la entrada principal del Circo, con aquel palquillo exterior, donde la Charanga animaba el ambiente, mientras los puestos de castañas nos ofrecían, a través de sus minichimeneas, las nubes de humo blanco, en aquellas inolvidables noches invernales.
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