lunes, 25 de mayo de 2009

AIRES ROMEROS


En los albores del S. XV, el célebre cazador de los Cotos, Lomo del Grillo y Las Rocinas, Gregorio Medina, natural de Villamanrrique de la Condesa (Sevilla), halló la imagen de Nuestra Sra. del Rocío, entre las malezas de Las  Rocinas, que se  encontraba oculta, para prevenirla de  la invasión moruna y benamerine del S. XIII.
A partir de entonces,comienza la devoción  a la Señora,que ha llegado,hoy día, a sobrepasar la centenaria lista de hermandades,oficialmente reconocidas, que acuden al santuario almonteño, a rendir pleitesía a la Reina de las Marismas.
En Huelva,la Hermandad del Rocío , se constituyó en el año 1.890, y se encontraba establecida canónicamente,en la parroquia mayor de San Pedro,cuya capilla,se hallaba ubicada, precisamente, en el Baptisterio, exornado  con artística azulejería,alusiva a la romería.
Todos los años,al  llegar el sábado posterior a la festividad de la Ascensión,se verificaba el traslado del Simpecado ,desde la citada iglesia, a la Plaza de la Merced, constituyendo el cortejo, una peculiar estampa de tipismo andaluz, donde las bellas onubenses,ataviadas con sus airosos vestidos de faralaes, junto al traje campero de sus hermanos, daban una verdadera muestra de policromía y devoción, caminando al compás de la flauta y el tamboril.
La Virgen, en su estandarte,era portada por el industrial onubense don Sebastián Mazo, a quien nuestros convecinos, conocían por el apelativo de " Sebastián El Grande ",por  su gran humanidad y bonachonería.
Al llegar al Paseo de la Independencia, frente al templo mercedario, el fabricante de jabones don Ramón Pardo, tenia dispuesto un gran salón, con dos grandes ventanales,al exterior, donde la Blanca Paloma era expuesta al público , en un artístico altar exornado con gran profusión de flores y candelería.
Allí se organizaba una gran verbena, hasta el jueves por la noche, en que partía la comitiva rociera, hacia la aldea almonteña.
Después de finalizar la guerra civil, el simnpecado era expuesto en la calle Albornoz, junto al monumento del Alcalde Mora Claros, en el domicilio de don Francisco Pérez de Guzmán, donde su bella esposa, Loló Tello,nos ponía de manifiesto,en su labor de presentación,su gran alma de excelente rociera.
En ese mismo año,1.940, El Hermano Mayor, don Rafael Mathé, donó la gran carroza de plata que existe en la actualidad.
Al martes,  siguiente de Pentecostés, tenia lugar el regreso, y eran numerosos los choqueros, que acudían a la dehesa de Candón, para acompañar a los romeros, en su entrada en la capital, que al anochecer  invadía la Isla Chica, y que cubriría  todo el  recorrido por la ciudad, hasta  la parroquia de San Pedro, donde era restituído, el Simpecado, como colofón grandioso de esta memorable romería.
Hoy dia,al construirse la iglesia del Rocío, se halla establecida, canónicamente, en la misma, contando con capilla propia en su nueva Casa-Hermandad, desde  donde se inicia el peregrinar, así como también ha cambiado el trazado del recorrido, al levantarse el nuevo puente de la Punta del Sebo,  discurriendo por el  camino de  Moguer, con pernocta en Bodegones y parada en Gato, hasta llegar a los pies  de la Blanca Paloma, en las marismas almonteñas.

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