miércoles, 10 de agosto de 2011

XXXII.- LAS MINAS DE RIOTINTO.




Ya, en la antigüedad, desde hace mas de 3.000 años, esta gran Faja Pirítica, había sido explotada por tartesios, fenícios y romanos, de la que obtenían parte de cobre, hierro así como otros metales.

Los romanos establecen una técnica, mucho mas moderna, como la noria y el tornillo de
Arquímedes.

Siglos mas tarde, los almohades, no explotan la extracción de minerales cobrizos, pero si les interesa, los diferentes materiales para crear tintes.

En tiempos de Felipe II, no llegaron a explotar las minas, por considerarlas de alto coste, para el Estado.

En 1.715, el sueco Lieben Wolters, firma un arriendo por treinta años con el Gobierno de España, y en 1.810, fueron cerradas a causa de la Guerra de la Independencia.

En 1.873, las minas fueron compradas, por 94.000.000 , al Gonierno de la República Española, ante la desastrosa situación económica que atravesaba el país, lo cual contribuyó a la creación de empleos en toda la comarca minera, que luego se extendió a la capital onubense.

Las minas fueron adquiridas en 14 de febrero de 1.873, por la Casa Matheson y la Deustche National Bank , de Bremen, que les permiten presentar el proyecto de ferrocarril entre las minas, con el puerto de Huelva.

Este Consorcio, fundaría después la Compañía,, con un capital de seis millones de Libras inglesas, que dió lugar a la creación de una colonia británica, en la villa de Riotinto, conociéndose, como la mejor mina del Mundo.

En los años de mayor auge , la Compañía construyó el Barrio de Bellavista como residencia de los altos cargos de la misma, dotada de todo confort y modernidad.

En Huelva se crearon los grandes talleres, que daban trabajo a unos setecientos obreros, lo que hizo cambiar el aspecto económico y social de nuestra capital, donde se crea el Barrio Reina Victoria, una ciudad-jardín, cuyas casas fueron adjudicadas, a parte de sus empleados.

La Casa Colón, donde se establecieron las oficinas, así como el , ya desaparecido, Hospital Inglés, es prueba de la permanencia británica, en nuestra capital.

A partir de la II Guerra Mundial, la Compañía, vende la mayoría de sus propiedades y la ciudad de Huelva adquiere las fincas de La Esperanza y la Huerta Mena, por la cantidad de 750.000 pesetas, para expansión urbana.

En 1.954, a causa del bajo coste del los precios del mineral, dió lugar a un gran declive económico que provocó su venta a empresas españolas, implantándose en otros paises.

La Compañía Española de Minas de Riotinto, tuvo pocos años de vida, y aquello que antaño fue un emporio de riqueza y de bienestar, se encuentra, hoy día, en una situación de angustia, esperando que aparezca la luz, y dé fin a este estado de inquietud y desesperación de una comarca, que espera una rápida solución a su gran problema.

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