sábado, 18 de agosto de 2012

XCIII.- FERVOR CINTERO.

  
Se acerca el tercer domingo de agosto, fecha en que la Hermandad de Ntra.Sra. de la Cinta  tenía  asignada para el traslado de  nuestra Patrona desde su Santuario, a la entonces   Parroquia Mayor de San Pedro, para la celebración de sus cultos

No se me borrará , jamás de mi memoria , aquel año en que  el Altar Mayor, bajo  un  fondo azul celeste, nos presentaba un  barco  velero, sobre olas de gasas, en donde aparecía la Virgen Chiquita, dándole vida a tan armonioso conjunto.

Allí, se daban cita todos los buenos cinteros para rendir pleitesía y elevar sus rezos y plegarias a nuestra excelsa Patrona, a la vez que la sobrina del Padre Andivía , emitía  a través del inmenso templo  su voz celestial, entonando el::
                                " Dios te Salve, Luna Llena,
                                  de  Celestiales Reflejos............"

En dos ocasiones figuraba en la parte delantera de la comitiva procesional una representación ecuestre, pero tuvo  que prescindirse  de ella, por las molestias que ocasionaba, para el nutrido acompañamiento, de a  pie, debido a los molestos olores, que dejaban  el  paso de los equinos.

Una vez entrado el mes de octubre, se celebraba la procesión de regreso a  su santuario, por el recorrido bajo, de la Barriada de lasColonias, que por aquellos tiempos terminaba en  "La Parada·", al no contar con la actual densidad de población, con que se nos presenta en la actualidad.

Es maravilloso  contemplar  su  recorrido por la gran atalaya onubense , que  constituye el Conquero, por la disparidad de sus parajes, que nos brindan  una panorámica rebosante de  policromía, ante sus  deliciosos  y bellos contrastes.

En mis años infantiles, mis padres, no me dejaban de llevar a presenciar esta  choquera procesión, que es la que más cala en el alma onubense.

Aquel "paso" dorado, exornado de blancos claveles y aquella orla, que nunca faltaba,  formada por una cadeneta de olorosos jazmines, rodeando todo su templete, que llamaba poderosamente la atención de todos los devotos.

En nuestros días, podemos estar orgullosos del trono de  nuestra Virgen Chiquita, ya que al ser destrozado, en aquellos terribles y aciagos días del 1.936, el Alcalde onubense, don Joaquín González Barbas, por medio de una suscripción popular, consiguió  para Ella, ponerla en este bello y resplandeciente "paso" que  constituye  una verdadera obra , dentro del arte de la orfebrería.

Me parece muy acertado que se haya designado el templo catedralício, para que a partir de este año tenga lugar la celebración de los cultos oficiales de la hermandad, por constituir el centro neurálgico de la ciudad, que siempre le honró , por ser la sede donde tenía lugar la puesta en marcha de la Feria y Velada en honor a  Ella, y que constituía  los días grandes de nuestra ciudad.

Aquellos  años del ayer, en la que la recibíamos con mil amores, por las tardes en aquella calle de  San Andrés, los pocos que quedamos de aquellos tiempos, la contemplamos ahora con  nuestras  sienes  pobladas de canas, sosteniéndonos en nuestros bastones ,recordando con verdadera  nostalgia el paso del tiempo que vivimos.

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