miércoles, 19 de agosto de 2009

LA VIRGEN CHIQUITA


En la madrugada del tercer domingo de agosto, tiene lugar el traslado de la Patrona de Huelva la Stma. Virgen de la Cinta, en rosario de la aurora, desde su santuario a la parroquia de la Concepción, para la celebración, de sus cultos anuales.

Desde la tarde anterior, son muchos los onubenses, que se van concentrando, alrededor de esa venerada imagen, de la Madre de Dios, que ha sabido cautivar, el cariño y devoción, de todo un pueblo entero, que la lleva en su alma: Cinta y amor, como enuncia el himno de la ciudad.

Todavía es de noche, cuando aparece, por la puerta mudéjar de la ermita, ese monumental trono de plata, que por iniciativa del entonces Alcalde de Huelva, don Joaquín González Barbas, se costeó por suscripción popular.

Acompañada, por el coro de campanilleros, va asomándose por las cercanías del Parque Moret, para recibir las caricias, de los primeros rayos de Sol, en esa atalaya singular, que nos ofrece , la incomparable Avenida de Manuel Siurot, con la impresionante perspectiva de las Marismas del Odiel, al frente.

Lugar insólito, que inmortalizó, el inolvidable Paco Isidro, en su fandango:

Cinco pueblos tiene Huelva,
que se ven,desde el Conquero:
San Juan del Puerto, Moguer,
Gibraleón y Trigueros,
Y.....Palos,tambien se .

A sus pies, nos brinda el populoso barrio de Las Colonias, la Plaza de Toros, y en lontananza, el gran puente hacia Corrales.

Recuerdo, en mis años de infancia , la presencia, en eI acompañamiento, de aquellos curas cinteros, como Alejandro Cano, José Andivia, José Muñoz y Domíguez de la Cuesta, delante del antiguo "paso", de madera dorada, que fue destrozado, por la ira iconoclasta, en el fatídico año 1.936, que iba orlado su templete, con una cadeneta de fragantes jazmines, y que avanzaba, al compás de la Salve Marinera, que con voz celestial, dirigiera la hermana del Padre Andivia, ya citado.

-¡ Dios te salve, luna llena !-

Que bella estampa, al pasar , por San Rafael, al concentrarse , en aquel lugar, el imborrable contraste, que nos presentaba, ese singular paraje, con el ocre de sus cabezos, la fragancia del verdor de los pinares y el brillo argentario del trono de nuestra patrona.

Cuantas veces vi, por estos singulares lugares, con su caballete inseparable, al genial pintor onubense, Pedro Gómez, captando todos los rincones, de este privilegiado lugar, que tan bien conocía, para con la magia de sus pinceles, trasladarlos al lienzo, y quedar inmortalizado.

Se le llamó,el Rey del Conquero y fue, el artífice de la restauración del icono, de la Virgen que preside el retablo mayor del santuario, al ser destruido,en aquellos días aciagos, y que gracias a él, hoy podemos postrarnos, ante Ella, para elevar nuestros rezos y súplicas.

En honor de nuestra excelsa patrona, se celebraba, en Huelva, su tradicional feria septembrina, que poco a poco, fue absorbida por las actuales Fiestas Colombinas ,quedando en la actualidad reducida, a una mera verbena, que es compartida entre los vecinos, de la Plaza de la Merced y los de la barriada de la Orden.

La ciudad, vibra de emoción, y el pueblo, en masa acude a todos los actos que se celebran en honor de su Virgen Chiquita.



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