XXXIV.- LA PLAYA DE LA ANTILLA.

En el comienzo de la década de los años treintas, en plena efervescencia del periodo republicano, la antigüa empresa de autobuses urbanos, que existía en nuestra ciudad, que regentaba la familia Pera Bayo, organizaba una serie de excursiones , todos los domingos, para que nuestros ciudadanos conocieran, en la época estival, la playa virgen de La Antilla, en el término municipal de Lepe, en nuestra provincia.

Una vez que llegamos al lugar de destino, nos admiró la extensa zona de costa, que se encontraba en estado inhóspito, cuya orillas estaban invadidas por un lodo negro, y que a través de los años, se nos presente, hoy día, convertida en una de las playas mas renombradas, del Sur de España que viene a constituir, el lugar donde nuestros convecinos regionales, los extremeños, no hablan nada mas que de ella.

Con el tiempo, ha sufrido una gran transformación y el litoral que se nos presenta con una cara completamente distinta , a la que conocimos en los tiempos republicanos

Hoy, en la actualidad, constituye uno de los principales centros turísticos veraniegos, de máxima excelencia, toda vez que se haya dotada de todas las exigencias que se demandan dentro de este amplio campo que constituye el turismo.

Prueba de ello, es la presencia de múltiples establecimientos de restauración, amplio servicio de información, y muy próximo a este gran pueblo, Lepe, que ha adquirido fama, en el ámbito frutícola , con sus fresas , conocidas en el mundo entero.

Para mi, es casi familiar, pues ademas de tener allí parientes paternos, siempre me encuentro con amigos extremeños, dada mi relación profesional, con esta querida región, donde durante cuarenta y dos años de mi vida, he estado conviviendo con ellos, y en la actualidad, dentro de mi familia, ya existe mezcolanza de sangre, que me llenan de orgullo.