viernes, 18 de noviembre de 2011

LVII.- LAS ANTIGUAS VENTAS, DE HUELVA


Recurro, hoy a mi gran acerbo y saco de mi memoria, los numerosos establecimientos, ubicados en la periferia de nuestra ciudad, que constituían los puntos de reuniones de las familias onubenses, para el disfrute de la resolana en los días festivos, de la época invernal, donde se daban cita todos los miembros de cada grupo, para degustar el almuerzo que venía a constituir esa faceta de cohesión interna del que, actualmente, se ha perdido debido a la vida tan ajetreada que nos va imponiendo el devenir de cada día.

Así, pues, recuerdo "La Parada", que se hallaba ubicada al final de la populosa barriada de Las Colonias, regentada por Manuel Camacho, que se desvivía en atender a lo más selecto de la sociedad onubense.

Así mismo, fue muy célebre, en la antigua carretera de Sevilla, hoy Avenida Alcalde Federico Molina, a su final, "La Isla Chica", que estaba al frente de Don Alberto Roig y sus hijos, lugar de concentración de toda Huelva, para recibir el regreso de la Hermandad de El Rocío, antes de adoptar el nuevo recorrido.

Uno de sus hijos, Manolo "Niño de la Isla", junto a su convecino, "Curro Frijones", formaron una pareja de novilleros que, en los años cuarenta, llenaron de gloria a la afición taurina onubense.

Y, más adelante, en un alto, se encontraba el establecimiento de "La Florida", al que acudíamos asiduamente, toda mi familia, desde donde si divisaba el humeante tren de Sevilla, por las Marismas del Rincón, y que en el día de Reyes de 1953, a las cinco de la tarde, hacía su entrada en la capital, la caravana de automóviles que, acompañaba a los seis flamantes nuevos autobuses que, constituyó la cimentación de la gran flota del servicio de transporte urbano de nuestra capital, del que nos sentimos muy orgullosos y, que se debió a la gran gestión del alcalde Don Rafael Lozano Cuerdas.

Ya, en las proximidades de "La Nicoba", existía la "Casa de Álvarez", y muy cercana a ella, "La Venta de Angelito", que se hizo famosa por el servicio de reservados, de que disponía.

En la Avenida de las Adoratrices, en la confluencia con la de San Antonio, existía "El Huerto de Paco", donde la familia Ángelas, llego a adquirir gran fama, por los pollos con tomates, que en aquellos tiempos, venía a ser, el "Bocatus Cardinale", dentro de la restauración, de que disponían nuestros convecinos.

Siguiendo dicha avenida, casi frente al actual "Asilo de Ancianos", existía una casita de una sola planta, que ofrecía tres ventanas al exterior, y que era el lugar de grandes reuniones de amigos, en cuya amplia terraza, jugaban a las chapas.

Estos alrededores, estaban circundados por extensos huertos, en muchos de los cuales, servían vinos y se abastecían de aquellos típicos manojos de rabanillas, que eran muy solicitados por los asistentes a los mismos.

Estos simpáticos huertos fueron reemplazados por el ladrillos, organizándose la Barriada de las Tres Ventanas, en alusión a la venta del mismo nombre, hoy día denominada "De La Hispanidad" .

Y en dirección a Gibraleón, por último, la "Venta de Cardeñas", regida por Manuel Hinestrosa persona de trato afable, que pronto se granjeó la simpatía de toda su clientela.

Toda estas típicas ventas, fueron desapareciendo de Huelva, siendo reemplazadas por el gran número de establecimientos de restauración que existen en nuestra ciudad, habiendo perdido el trato familiar que aquéllas nos ofrecían a los onubenses de nuestros tiempos de convivencia popular, en esta Huelva, que hoy presenta una faceta de gran urbe, en la que ya no nos conocemos nadie y, cada uno vive su vida independiente.


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