miércoles, 8 de febrero de 2012

LXVIII.- EL ANTIGUO MERCADO DEL CARMEN.


Hace unos días, he pasado junto al solar en el que, desde el año 1.867, estuvo ubicado el hoy desaparecido, Mercado del Carmen.

Era un edificio, bastante veces remozado, que causaba a la vista de todos los onubenses su avanzado estado de deterioro.

A pesar de sus años, venía a constituir el centro de atracción de propios y extraños.

Cuando yo era un zagal, mi madre me hacía una lista de aquellos víveres que tenía que adquirir, para atender a nuestra subsistencia cotidiana.

Así,acudía a varios carniceros,de los que me proveía de carnes ,empezando por el padre del entonces popular novillero onubense Curro Frijones ,que me despachaba, con un agrado singular aquellas chuletas de cordero, de lomo descargado, que eran extraordinarias.

Pasaba ,después, por el puesto del acreditado alemán, don Carlos Dressel, con su cabeza encanada y su característico bigote, que nos ofrecía las mejores salchichas, que se expendían, por toda esta zona.

Los despachos de Paco Gutiérrez y de Prudencio Sánchez, siempre estaban abarrotados de público, ante la excelencia de sus carnes de vacuno.

Y, enfrente, se hallaba Paco Ortiz, dedicado a la venta de aves y caza, y del que corría aquel popular dicho de:

"- ¡ Al Tío Frasco Ortiz, con conejitos podridos, ¿ eh ?-,!-. Ya que muchos eran los cazadores que llevaban a él, las piezas capturadas, y que con solo echarle la vista. por encima, desechaba aquellas que no les eran aptas para el consumo.

Los puestos de charcutería, me llamaban mucho la atención, por sus jamones,lomos,chorizos, chicharrones etc, que hacían saltar los estómagos ,a mas de uno, ante la diversidad de productos derivados del cerdo.

Y, también la zona de pescadería que era la mas atractiva para los veraneantes, que quedaban maravillados, ante la gran variedad de pescados y mariscos,que les brindan nuestro litoral, en la que los vendedores, con sus simpáticos pregones,como Avilés, el "Ayamontino" ó Antonio Nogueras, con su especialidad del Pez Espada, que llamaba ,con su adiestramiento en el corte , la atención del público.

En los exteriores, teníamos "El Alba", con su "pescaito frito", el Bar de Pantaleón y los populares puestos de "Calentitos".y en la entrada por Duque de la Victoria, el patriarca de la familia Rivero, con su tenderete ofreciendo los búcaros rojos de su pueblo, Salvaleón, junto con aquellas grandes espuertas, con un cucurucho humeante, con sus característico pregones de "Alhucemada" y "Oreganado", que fue el germen de la gran firma comercial, de sus hijos.

Son el recuerdo de aquellos tiempos, que pasaron a la historia de la vieja Onuba, y que una vez que desapareció, otro moderno Mercado, en la zona de Pescadería, le ha sustituido, llamando poderosamente la atención de sus visitantes, por su perfecta presentación, belleza y distribución , del que todos nuestros convecinos nos sentimos muy orgullosos.

1 comentario:

  1. Mi abuela compraba siempre el pescado a un hombre que tenía un puest, Cano y en carnes solía comprar sangre al puesto de une mujer llamada Lucrecia donde vendía sobre todo despojos y me decían que su puesto llamaba la atención mayormente por las lenguas de vaca y las cabezas de cerdo y cordero que allí vendia.

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Agradezco vuestra colaboración,espero veros a menudo por aquí.