Daba comienzo, esta, oficialmente, el día 16 de julio, con motivo de la celebración de la festividad de la Virgen del Carmen, y, se clausuraban, una vez transcurridas la feria de Nuestra Sra. de la Cinta.
Me contaba, mi padre, que causó gran admiración y novedad, entre los onubenses, la puesta en funcionamiento, de los Baños Flotantes, de Pedro Salas, instalados en la zona del Dique, en pleno Odiel, entre el muelle de la Compañía de Riotinto y el comienzo del actual de Levante.
Se accedía, a los mismos, a través, del servicio, que los boteros, habían organizados, a tal fin, y trás alcanzar,el atracadero, disponían de dos corredores, a ambos lados, en los que se encontraban los cuartos, en los que existían unas bañeras, a las que se bajaban, por medio,de pequeñas rampas y cubiertas,por agua salada, de la misma ría.
Ello, constituían una gran atracción, en la época estival, y en las que, acabado el baño, disfrutaban del suave clima, saboreando, en los servicios de la terraza, del delicioso refresco de zarzaparrilla, o, de la concurrida gaseosa.
En la década de los diez, se crea en nuestra capital, una sociedad, presidida por el comerciante ferretero, don Juan Mascarós Villalonga, encargada de la construcción del Balneario Odiel, que quedó ubicado, frente al actual Nuevo Colombino.
Al mismo, se accedía, a través de una pasarela, a un amplio corredor, del que se situaban a a ambos laterales ,sendas galerías, donde se hallaban los cuartos individuales, así como un salón general, situándose a la izquierda los servicios para el personal femenino, y a la derecha el destinado a los varones..
Al fondo, se contaba, con una gran terraza, entoldada, a la que acudían los onubenses, en las noches veraniegas, utilizando los coches de caballos, para disfrutar, del encanto maravilloso que nos brindaba, este singular establecimiento.
En los años republicanos, se construyó, en la Punta del Sebo. junto al monumento de Colón, el nuevo Balneario de Nuestra Sra. de la Cinta, el cual fue adquirido, en el anterior régimen, por la Obra Sindical Educación y Descanso, para el disfrute de sus asociados, y, que fue sometido a una gran remodelación.
Actualmente , se halla instalado en él, el Club Marítimo Onubense, que nos ofrece un gran ambiente, donde se practica una gran actividad náutica, en todas las modalidades, que les dan bastante realce, a la ciudad y un gran orgullo, a todos aquellos adictos a las aficiones marineras.
En los años cincuentas, Huelva dispone de una mini-playa, en la Punta del Sebo, que contaba, con unos magníficos servicios de casetas de baños , e, igualmente,disponían,los onubenses, de un simpático tren playero, de gran recuerdo, para los que tuvieron la dicha, de disfrutar de ello, en aquellos tiempos ,que se fueron.
Con la llegada, de la nueva era de la industrialización, la perdimos para siempre, y sus aguas, así como todos aquellos bellos alrededores, sufren de la misma herencia ,que padecemos todos nuestros vecinos: la contaminación.
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