miércoles, 30 de diciembre de 2009

AÑO NUEVO



Aún, recuerdo, cuando siendo un niño, acudía en tan señalada fecha a la casa de mi abuelo, en la típica calle de Enmedio, donde reunida toda la familia, como preludio a la entrada del Nuevo Año ,para celebrar la onomástica de nuestro progenitor.

Después, de una opípara cena, donde estaban presente mis tías, con sus correspondientes novios, llegaban los dulces, apareciendo dos grandes bandejas repletas de "Chalequitos" y polvorones, acompañados de la copita de anís de Hierro, que remataba la fiesta, con las consabidas doce uvas, que se adquirían en el comercio, que las presentaban en grandes barricas, donde venían conservadas con serrín de corcho, procedentes de Almería.

Una vez consumidas,subiamos todos a la azotea para escuchar las sirenas de los barcos surtos en la ría, como las de los talleres de Riotinto y de la fundición de Matías López, al mismo tiempo que desde el depósito de máquinas del Punto, dejaban sonar sus intensas pitadas, con las que daban la bienvenida al Año Nuevo, para que nos prodigara toda clase de venturas y felicidad a todos los onubenses.

Igualmente, desde lo alto del Barrio Obrero, sus vecinos se concentraban alrededor, de su gran campana, tirando de un cordel , para que nos ofreciera sus doce tañidos, anunciando este anual acontecimiento.

La iluminación que existía en aquellos tiempos,era la que nos brindaban los comerciantes, al colocar en sus fachadas. una potente lampara de 200 vatios, que aportaban gran luminosidad a sus calles.

La juventud , se echaba a éstas, con sus alegres villancicos, interpretados por los grupos de campanilleros, que causaban la admiración de los onubenses , amantes de sus tradiciones.

Hogaño, la entrada del Nuevo Año, se hace por todo lo alto, con gran faustosidad. Las calles presentan Cursivauna desorbitada iluminación extraordinaria y a las doce de la noche, toda la ciudad nos presenta su cielo con una espectacularidad pirotécnica, con gran estruendos de cohetes y gran profusión de palmeras y crisantemos, de una singular belleza lumínica, convirtiendo la noche en algo con una visión ensoñadora.

Han adquirido gran importancia los cotillones, que atraen la concentración de muchos grupos de jóvenes dando una gran nota de sociabilidad, en los que se pone de manifiesta la alegría , en esta noche tan singular para ellos.

En el 2.010, pidamos a Dios, que reine la paz en todos los pueblos de la tierra, y que termine esa sangrienta guerra de Afganistan, como la interminable lucha judeo-palestina, al mismo tiempo que remita la gran crisis económica que asola al mundo,encontrándose tantos ciudadanos en situación de paro, que encuentren pronto un puesto de trabajo, y vuelva la felicidad a todos los hogares del Universo.

Así, como te lo pedimos,así sea.


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