miércoles, 10 de febrero de 2010

AIRES DE CARNESTOLENDAS




Las fiestas del Carnaval, tienen su origen, en el paganismo, como las que se realizaban en honor de Baco, el Dios del vino, y según, opinan otros, tenían sus bases en las saturnales romanas.

Mientras, tanto, hay fuentes que se remontan, a la antigua Sumaria y Egipto, desde donde se difunde, esta costumbre, por Europa, siendo llevada a América, por los españoles y portugueses, que colonizaron el Nuevo Mundo, a partir de S. XV.

Es una fiesta, que precedía a la Cuaresma, celebrándose tres días antes, del miércoles de cenizas, que es, cuando ésta comienza.

En España, ya existía, en los tiempos de los Reyes Católicos, siendo prohibidas,durante los reinados de Carlos I y Felipe II, quedando nuevamente restablecidas con Felipe IV.

Esta celebración, tiene fama internacional, alcanzando gran resonancia, en Río de Janeiro y en Santa Cruz de Tenerife, y en nuestra península, son dignos de admirar el Carnaval gaditano, con sus comparsas, murgas y chirigotas.

Recuerdo, como transcurrían , el desarrollo del Carnaval onubense, en mi juventud, donde , dentro de un gran entusiasmo popular, se celebraban numerosos bailes de máscaras, adquiriendo bastante fama, los que tenían lugar en el Círculo Mercantil, Centros de Instrucción Comercial y Reformista, Agrupaciones Artísticas "Álvarez Quintero" y "Benavente", a las que veíamos muy concurridas de público.

Alcanzaban, gran resonancia, los que organizaban, el Teatro Mora, comenzando, el sábado de vísperas, con el "Baile Rojo", rematándose el domingo de piñatas con el "Baile Chino".

Se me viene a la memoria, el que se celebró, en el año 1.936, que fue el último, que tuvo lugar, antes de instaurarse, el anterior régimen, que acaeció, meses después. Cuando ya estuvo a punto de fallar el jurado, apareció, por las puertas, del coliseo de la calle Gravina, un soberbio y artístico palanquín, portados, por dos chinos mandarines, de cuyo interior, descendió , la Srta. Durán, hija de un acreditado marmolista, establecido en la Placeta, que obtuvo, por unanimidad del jurado, el primer premio.

En ese mismo año, se celebró, un gran concurso de carrozas, obteniendo, el mismo galardón, la carabela "Santa María", en la que ostentaba la representación de Colón, la Srta.Manolita Rofa, que era "Miss Huelva", que desde la nao, lanzaba latitas de leche condensada, marca "El Niño".
El segundo premio, fue concedido, a la titulada, "Dos huevos fritos", donde aparecía una gran sartén, en la que emergían, dos cabezas, con gorros amarillos y cuellos de organdil, que representaban, las yemas y claras, respectivamente.

Como, en aquellos tiempos, no existía, aún, la Gran Vía, el recorrido oficial, partía desde el Punto, calles Berdigón, Primo de Rivera, Vázquez López, Plaza de las Monjas, Placeta, Marina, carretera Odiel,hoy Avenida de Italia, por donde discurría, el desfile de carrozas. comparsas, murgas y una compacta muchedumbre que lucía bellos disfraces.

La mayoría, de este recorrido, estaba cubierto, por un palio multicolor de serpentinas, ya que el alumbrado público, iba por el centro de las calles, y al lanzar los rollos, desde un, balcón , al de enfrente, quedaban posados sobre dichos cables, presentando un aspecto, de verdadero ensueño.

Existían, personajes, muy queridos por el público onubense, que todos los años, se daban cita, en estas entrañables fiestas, como eran Manolo "Rancarejas","El Camarón", la célebre "Inés", con su variado repertorio, de Concha Piquer, Luisita Esteso, Estrellita Castro, Pastora Imperio, etc, etc.

Durante estos días, arribaba a nuestro puerto, algún buque de guerra británico, que desde Gibraltar, se desplazaba, a nuestra ciudad, invitados por la Riotinto Company, y asistían a los bailes que se organizaban en la Casa Colón.

La Plaza de las Monjas, era el centro neurálgico del carnaval de calle, en el que acudían todos los ciudadanos, durante los tres días festivos, así como en el domingo de piñatas.

Después, de su suspensión, durante el anterior régimen, al restituirse nuevamente, con la democracia, solo se celebra una gran cabalgata, pero lo que es el verdadero carnaval, el de calle, ese se perdió para la eternidad, y por mucho interés, que pongan, las peñas carnavaleras, no logran aglutinar a esa masa, que discurran por las calles onubenses, a pesar del esfuerzo, que ponen para alcanzarlo, cosa que lo tienen muy difícil de superar.


2 comentarios:

  1. Estimado paisano.

    Gracias por esta informacion, que me llena de nostalgia, no por que la viviera, pero si por que mis padres me lo contaban. Una pequeña acotación, si se me permite. Los bailes del Teatro Mora, lo organizaba el Casino Comercial (Circulo de Instrucción Mercantil), lo se de buena tinta, por que mi añorado padre, ejerció su labor, primero de botones y luego de camarero, toda su vida en ese lugar.

    Cordiales saludos.

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  2. Se agradece la puntualización pues, en mi juventud, yo he participado en muchos bailes del Teatro Mora, pero ignoraba quién los organizaba, confirmando en estos momentos su valiosa aportación pues, eran inolvidables, como citaba, "Los Bailes Rojos" y "Chinos" que se organizaban, con la gran colaboración del público onubense. Un abrazo.

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Agradezco vuestra colaboración,espero veros a menudo por aquí.