miércoles, 26 de agosto de 2009

AIRES VILLABLANQUEROS


En la última salida, a su derecha, de la autopista A-49, Sevilla-Ayamonte, nos adentramos en la carretera, que se inicia, con dirección a Villanueva de los Castillejos, y una vez dejada atrás, la antigua y hoy derruida Venta Anacleta y el arroyo de Pedraza, en el corazón del Pinar del Marquesado, de una belleza inigualable, la arboleda va disminuyendo, para adentrarnos en el páramo, que nos brindan las últimas estribaciones del Andévalo onubense.

Allá, en lontanaza, se divisa un blanco y poblado caserío, rematado con su clásica torre, que pronto se nos pone a nuestro alcance, una vez culminada la Cuesta de Fernando, y entramos en ese encanto de pueblo, que nos cautiva, por la luminosidad, que irradian sus casitas , que derrochan cal a canto, por sus cuatro costados: Villablanca.

Recuerdo, mis visitas en mi niñez. al pasar por la esquina que va al Pozo del Quebrado, de apariciones de "lobizomes", que creaban el terror, donde se hallaba ubicada la famosa fonda de Natalio, persona de una amabilidad singular y de un trato exquisito, y de los caramelos, que me introducía en el bolsillo, su anciana madre.

Cuantas veces, se me viene a la memoria, cuando al discurrir ante el que fuera bar de Domingo Rosín, donde celebrábamos aquellas inolvidables reuniones de amigos,que acudían cubiertos, con sus negras castoras y el pitillo colgando de sus labios, como Cayetano Leocadio, Domingo - el de Frasquita Ambrosio-,a veces Juan Añes, mi padre y mi compadre Lorenzo, y los más viejos empezaban a relatar sus peripecias en la guerra de África, citándose el desastre de Annual o la batalla del Barranco del Lobo, de lo que se libró mi padre, de la quinta de 1.908, por participar Villablanca, con un cupo de medio soldado, y otra cantidad igual San Silvestre, y en el sorteo que se celebró , en la Caja de Reclutas, de Huelva, un capitán introdujo, en su gorra dos cañitas, con dos papeles de fumar, en uno de los cuales iba marcada una cruz, que le correspondió al pueblo vecino.
Época, que ya ha pasado a la historia, ya que desaparecida, la fabrica de harinas, del portugués, que suministraba la luz a la localidad, desde la que se nos enviaba, un previsto apagón, a las once de la noche, para que se pusieran en marcha los quinqués y carburadores que nos Debian de alumbrar.

Desde que se hizo cargo, la Compañía Sevillana de Electricidad, de este servicio, empezó´para Villablanca, su nuevo resurgir, por constituir el factor primordial de su actual desarrollo: las niñas van a la moda, al estar al día, gracias a la televisión,que está presente en todos los hogares. Se han creado nuevas barriadas, con asentamiento de colonias alemanas e inglesas, que comparten, el día a día, con los lugareños. Han aparecidos nuevos establecimientos de restauración y panificadoras, que les da fama al pan del pueblo, al extenderse el mercado fuera de sus fronteras.

Villablanca ha adquirido renombre internacional, con su acreditado "Festival de la Danza", con los que se inician los preliminares de sus fiestas grandes, en honor de su patrona, la Stma. Virgen de la Blanca, en cuya procesión, allá arriba, en la Ermita, en pleno Pinar del Coito, se puede contemplar la típica y centenaria Danza de los Palos, con sus tradicionales bailes, que atraen la atención y curiosidad de propios y foráneos.

Y, al caer la tarde del último domingo agosteño, se deja sentir la suave brisa, que nos envía el cercano Atlántico, mientras que en las puertas de la Ermita, se celebra la ya tradicional subasta, que dirige mi querido ahijado, Lorenzo, en la que pone de manifiesto el enardecido entusiasmo y amor, que siente, por su divina Virgen de la Blanca.

1 comentario:

  1. Agradezco de corazón que haga extensivo a toda la red el cariño que le profesa a nuestro pueblo.
    Su ahijado Lorenzo.

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Agradezco vuestra colaboración,espero veros a menudo por aquí.