El pasado domingo, día 29 de mayo, he tenido la ocasión de presenciar, el desfile procesional, por la Gran Vía onubense, de las distintas hermandades de la Santa Cruz, que desde las diversas barriadas, de nuestra capital, acuden hacia el centro, para ofrecer a nuestros ciudadanos una gran estampa de religiosidad, belleza y policromía.
A lo largo de este florido mes ,he visitado algunas de las numerosas capillas, que en los variados barrios, festejan sus vecinos en homenaje del Santo Madero, donde se pone de manifiesto ese tipismo andaluz, donde brilla la alegría ante la presencia de tantos trajes de faralaes, con los que nuestras jóvenes , demuestran la gracia con en el los lucen, al interpretar esos bailes por sevillanas, al compás de la gaita y el tamboril.
Me hace recordar, mi añorada juventud, cuando recorríamos aquellas Cruces de Mayo, que se instalaban en la Casa de la Misericordia, conocida como el Brasil Grande, que junto a la de su homólogo de la Plaza Niña, en donde en plenos patios de vecindad, exornada su balconada con gran profusión de colchas, mantones de Manila y banderas de España, había derroche de juventud, música y las típicas habas "enzapatás".
Y, que me dicen, mis amables lectores, de lo que se montaba en la choquera calle de Enmedio, organizada por la cofradía de San Francisco, con aquella abundancia de farolillos, banderolas y la intervención de nuestro gran Paco Isidro, que con su inigualable estilo en el cante, era uno de los mejores atractivos, de esta cita inolvidable.
Todo ello, pasó a la historia, con la desaparición de estos enclaves vecinales, como por la erección de la Gran Vía, que dió fin a la calle Bailén -Enmedio para los onubenses.
En nuestra era, con el levantamiento de tantas nuevas barriadas, se han creado numerosas hermandades, en muchas de ellas, para rendir culto a esta vieja tradición tan andaluza, y con la creación de sus correspondientes capillas, en este mes florido, se desviven en rivalizar, desde los diversos rincones de la ciudad con la celebración de cultos al símbolo de nuestra Redención.
Como colofón, a estas celebraciones, el último domingo de mayo, tiene lugar una magna procesión hacia el centro capitalino, en las que participan estas asociaciones religiosas, con sus respectivos "pasos", portados por voluntarios costaleros, dando una gran imagen de colorido, a este fervoroso desfile.
Pero llegado este momento, os brindo mi humilde opinión, sobre lo que tenemos en la actualidad y lo que podría mejorar en un próximo futuro.
Hay que tener presente que estamos en plena Pascua Florida, que es el periodo comprendido entre el Domingo de Resurrección y Pentecosté. Es tiempo de gozo y de romerías, por lo que al contemplar el desfile procesional, al que hago referencia en este trabajo, es necesario hacer una diferencia, entre lo que es la Semana Santa, en la que a lo largo de ella podemos apreciar las variadas facetas de la Pasión y Muerte de Cristo, siempre acompañado de su divina Madre, en sus majestuosos tronos, bajolas distintas advocaciones..
Pero,precisamente, estamos en días de gloria, y estas celebraciones debían estar acompañadas por un gran sabor de alegría y dejar a un lado la presencia de enormes "pasos", que quedan para la Semana Mayor, y ahora portar , en estas fiestas, "pasitos·", en los que se prescindan del agobio, que en esta época de calor suponen las trabajaderas, y así con los pequeños tronos, con profusión de plata y abundancia de flores, sería una delicia en este mes singular, con lo que se conseguiría mas armonía, belleza y colorido.
Les ofrezco esta idea, a las numerosas hermandades de la Santa Cruz, de Huelva, para que a través, de una gran reflexión, puedan lograr un complejo en la que se armonicen mas belleza, fluidez y atractivo, en honor y gloria del Bendito Madero, esperando poder contemplar,por pornuestras calles, en un futuro venidero una nueva imagen en el desfile procesional de nuestras Cruces de Mayo.
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