miércoles, 2 de mayo de 2012

LXXVIII.- CONTRASTES EN EL POLVORÍN.


Hoy, es día primero  de mayo, Festividad Internacional del Trabajo. Un alto en el camino de nuestra actividad laboral.

Esta mañana he asistido a mi parroquia del  Polvorín, que con todos sus vecinos, viste sus mejores galas,con el Barrio en fiestas, debido a la Coronación de su Reina, la Virgen de la Victoria.

Sus alrededores  se encuentran engalanados, y he querido visitarla, ya que a esta imagen, desde su fundación , allá por el año 1.941, le guardo gran devoción al haber participado en sus primeros desfiles procesionales., llamando la admiración de  sus convecinos, por ser la primera cofradía con la que contaba la Barriada de la Isla Chica. ya que llenaba de gozo a su bendito párroco, don Pablo Rodríguez González, cuando saqueada, por los iconoclastas en los tristemente días aciagos del año 1.936,  la iglesia, en la que unos salvajes, no teniendo mas que destrozar, derribaron las campanas, que venían a representar la voz de Cristo.

Todo fue hecho añicos, siendo destruido aquel soberbio retablo mayor, que era su orgullo y que estaba recientemente inaugurado, y una vez restablecido de nuevo el culto. aquel siervo de Dios, daba su  Catecismo, solo  a tres niñas del Barrio Obrero, siendo una de ellas ,  la que durante  sesenta  años, fuera mi esposa y madre de mis hijos.

Aquella moderna iglesia, rodeada toda ella de campo, en la extensa Huerta de Ramírez, llegara a convertirse, a través del tiempo, con el esfuerzo de sus vecinos en el populoso complejo urbanístico, que enorgullece a nuestra ciudad.

Como he indicado, al comienzo de estas líneas, a mis cerca de noventa y cuatro años, he ido  a ver a la Reina, que en su gran Trono, aparece esplendorosa, con un artístico exorno floral,  que desde hacía mucho tiempo no lograron ver mis ojos.

Reboza su belleza por todas partes, y es digno de todo encomio, el trabajo llevado a cabo, por la Comisión  Organizadora de  tan sublimes actos.

Luego mas tranquilo, voy a rezarle a mi Cristo del Amor, en su colosal Capilla, bellísmamente decorada, por el tesón  de  su mejor Hermano Mayor, Pepe Vargas Tallón, y la verdad  me quede  muy sorprendido  al verlo triste, sin una sola flor,que le acompañara.

Quedé muy  desolado ante su presencia, ya que  allí permanecía en silencio, ante el bullicio atronador, que invadía el interior del templo.

-¡ Que verdad de que nos acordamos de Santa Bárbara, solamente, en los momentos de los truenos !-.

Desde aquí, envío un ruego a la hermandad de mis amores, que allá por e laño 1.948,concebí en mi mente y guardo en mi corazón.

Mi Cristo abandonado, solo, sin que nadie de la cofradía se acuerde de llevarle unas flores, aunque fueran de plástico, para adecentarle su entorno, dentro de su atractiva Capilla.

Lamento , con dolor de mi corazón,  lo tengan  dejado de su mano, que nos habla, cada vez que le rezamos, y al que el pueblo de Huelva tanta  devoción le profesa.

No dudo que tomaran la debida nota, para solventar, este lamentable olvido.

Así, lo espero.


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